domingo, 22 de marzo de 2020

Renovación del voto y del juramento

Hoy sería el día más importante de Nuestra Hermandad donde haríamos la Renovación del voto y del juramento, en la función principal de instituto.
La Hermandad en la eucaristía solemne en la que culminaría los cultos principales anuales, por voz del secretario, haría la siguiente protestación de fe:
“Los hermanos de la Muy Humilde y Franciscana Hermandad de penitencia de Ntro. Padre. Jesús del Prendimiento y Nuestra Señora de los Desamparados, reunidos hoy para celebrar la santa Eucaristía, con la
mayor verdad del corazón y públicamente hacemos esta protestación de fe:
“Creemos en Dios, Padre todopoderoso creador del cielo y de la tierra.
Creemos en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilatos, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre Todopoderoso; desde allí ha de venir a Juzgar a los vivos y a los muertos.
Creemos en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna.
Igualmente creemos cuanto cree y enseña y ha definido como dogma de fe la santa Madre Iglesia a través de los concilios ecuménicos y de los romanos pontífices, a cuyo magisterio atendemos con plena obediencia religiosa.
Y por la profesión y defensa de esta santa fe estamos dispuestos incluso al derramamiento de nuestra sangre.
Veneramos de manera particular y con especial amor a la Santísima Virgen María, Madre de Dios, Virgen perpetua, concebida sin mancha de pecado original y toda santa, colaboradora de Cristo en la obra de redención, asunta al cielo en cuerpo y alma, y acudimos a ella por ser nuestra Madre y Señora, abogada, Medianera, Consuelo de los Afligidos y refugio de los pecadores, bajo cuyo patrocinio nos acogemos. Juramos defender sus privilegios y prerrogativas, aquellas que el Señor le dio y que le reconoce en su fe la santa Madre Iglesia. Y prometemos serle siempre devotos con una devoción sincera y verdadera.
Manifestamos nuestra voluntad de ser miembros vivos y activos de la Iglesia, comprometidos con la causa de Jesucristo, y por lo mismo con la causa de la justicia, de la paz y de la fraternidad en todo el mundo, difundiendo por todas partes en cuanto dependa de nosotros el Evangelio del amor fraterno que nos ha enseñado Jesús el Señor.
Reafirmamos nuestro propósito de ser fieles a los fines de nuestra Hermandad y de cumplir sus estatutos y normas para mayor gloria de Dios Ntro. Señor, santificación nuestra y bien de todos los hermanos”.
Terminada esta protestación, el secretario de rodillas ante el sacerdote celebrante, con la mano derecha sobre el Evangelio, dirá:
“Así lo confieso y lo creo, lo prometo y lo juro; así Dios me ayude y estos santos Evangelios.”
Y seguidamente besará el evangelio.
A continuación invitamos a todos los hermanos que lean dicha protestación y repitan la fórmula: "Así lo confieso etc.". En señal de adhesión a la protestación de fe leída.