HISTORIA


La Agrupación Parroquial de Nuestro Padre Jesús del Prendimiento y Nuestra Señora de los Desamparados surgió en el año 2007 como respuesta a la creciente inquietud religiosa de un grupo de jóvenes que deseaban colaborar con la pastoral de devoción popular en la parroquia de Nuestra Señora de los Ángeles, en el barrio del Palmar de San Sebastián Mártir. La principal intención de estos jóvenes era fomentar la espiritualidad cuaresmal y de penitencia en su comunidad, con la visión de crear una futura hermandad de penitencia.

En enero de 2008, el Obispo de la diócesis, D. Juan Del Río Martín, autorizó la constitución formal de la Agrupación Parroquial, siendo esta la única de su tipo en la parroquia. A partir de entonces, los miembros del grupo se dedicaron a labores de caridad, organizando eventos y actividades para recaudar fondos destinados a los más necesitados. Entre estas iniciativas destaca la campaña "Ninguna familia desamparada", realizada varias veces al año en colaboración con Cáritas Parroquial. Además, participaron activamente en la recogida de material escolar y la rehabilitación de viviendas afectadas por siniestros.

En 2012, después de años de formación cristiana y servicio comunitario, la agrupación encargó la realización de su imagen titular, Nuestro Padre Jesús del Prendimiento, al escultor cordobés Sebastián Montes Carpio. La imagen fue bendecida el 30 de junio de 2012, y poco después, el 23 de marzo de 2013, la agrupación celebró su primera salida procesional, un evento que marcó el inicio de su consolidación como hermandad penitencial.

Un año después, el 30 de junio de 2013, la agrupación encargó la realización de la imagen de Nuestra Señora de los Desamparados, también a Sebastián Montes Carpio. Esta imagen fue bendecida el 24 de mayo de 2014.

El 19 de marzo de 2016, la agrupación alcanzó un hito histórico: fue elevada a la categoría de Hermandad de Penitencia bajo el nombre de Muy Humilde y Franciscana Hermandad de Penitencia de Nuestro Padre Jesús del Prendimiento y Nuestra Señora de los Desamparados. Un mes después, se presentaron los primeros proyectos para la túnica de nazarenos, el estandarte corporativo y la cruz de guía.

El 27 de enero de 2017, la hermandad presentó un nuevo paso para su titular, el cual fue aprobado por los hermanos y encargado al taller sevillano de Muñoz Delgado. Este paso fue estrenado el Martes Santo de 2017. Ese mismo año, el 17 de marzo, fue bendecido el nuevo estandarte corporativo, donado íntegramente por un hermano, y realizado en Córdoba por Antonio de Padua Villar Moreno.

En 2018, se presentó y bendijo la nueva cruz de guía, obra de Sebastián Montes Carpio, que se estrenó en la estación de penitencia del Martes Santo de ese año.

A lo largo de los siguientes años, la hermandad continuó con su labor social y caritativa, organizando actividades como concursos gastronómicos, rutas ciclistas y zambombas navideñas. En 2019, la hermandad celebró su aniversario con diversos eventos litúrgicos y procesionales, incluyendo la imposición de medallas a los nuevos hermanos y un besapiés en honor a Nuestro Padre Jesús del Prendimiento. También en este año se estrenaron las guardias judías del paso de misterio, obra de Juan Manuel Montaño Fernández.

En 2020, la hermandad, como muchas otras instituciones, se vio obligada a suspender sus actividades debido a la pandemia de COVID-19, pero continuó con iniciativas de apoyo social, como la campaña de recogida de juguetes "Ningún niño desamparado". Durante este tiempo, la hermandad también participó en la misa solemne en honor a la Inmaculada Concepción junto con la Agrupación Parroquial de Nuestra Señora Reina de los Ángeles.

A pesar de las dificultades, la hermandad sigue adelante, habiendo celebrado su nueva junta de gobierno en noviembre de 2020 y reanudado su actividad social con una nueva campaña solidaria. En enero de 2021, la hermandad recibió la visita de los Reyes Magos, quienes entregaron los regalos recaudados durante la campaña de juguetes.

En resumen, la historia de la Hermandad del Prendimiento, que comenzó con la inquietud religiosa de un grupo de jóvenes, ha evolucionado a lo largo de los años en una institución comprometida tanto con la espiritualidad de sus miembros como con el bienestar de su comunidad, consolidándose como una hermandad de penitencia y continuando con su misión de servicio y fe. La historia de esta hermandad sigue en marcha, con la mirada puesta en el futuro y en la consolidación de sus proyectos y valores.

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